Alhadra Digital

La oscuridad

Todo empieza un día cualquiera. Sora estaba en Ciudad del paso. Sora estaba paseando tranquilamente cuando a su alrededor se ven sombras. Y Sora dijo:

– ¡Los sin corazones!-.

Intentó defenderse pero ya era demasiado tarde, se lanzaron encima de él. Debajo de él apareció un agujero, fue engullido por la oscuridad. Él sentía como caía en la oscuridad mientras pensaba con voz débil:

– Caigo, caigo en la oscuridad…-.

Al rato despertó enfrente de la puerta de la oscuridad, se estaba convirtiendo en un sin corazón. Su ropa y piel cada vez eran más oscuras y los ojos se le estaban poniendo amarillos como los de los sin corazón.

De repente apareció Kairi.

– ¡Sora!- dijo éste.

– ¿Kairi? ¿Que estas haciendo aquí? – responde Sora.

– Me dijo Cid que te rodearon los sin corazón y Sora… ¿que te está ocurriendo? – djjo Kairi.

Sora mirando al suelo respondió:

– Pues… Kairi es mi final… Me estoy convirtiendo en un sin corazón…- contestó muy apesadumbrado.

– Pero Sora, puedes salvarte -dijo Kairi con rabia.

– Pero Kairi ¿no lo ves? Cada vez estoy más oscuro, por momentos mira mis ojos y mis movimientos – respondió Sora. – ¡Me estoy convirtiendo en un sin corazón, ya no me puedo librar-.

Mientras Sora y Kairi hablaban apareció Riku y dijo:

– Sora, sé como puedes salvarte. Escúchame con atención ¿vale?-.

Sora asintió con la cabeza.

– Tómate esta poción, está hecha con un colmillo de leopardo, una uña de cuervo y un éter de luz.

–  Y…¿Como funcionará? – preguntó Sora.

Riku contestó:

– Es muy sencillo, cuando te lo bebas tendrás que agarrarte a la persona más cercana para que te deje su luz y te ayude a luchar contra la oscuridad, como Kairi es de corazón puro espero que te pueda ayudar. Lucharás contra tu lado oscuro en tu mente. Si vences, saldrás, si no estarás perdido. Mientras luches recuerda a tus amigos. Tus mejores y preciados recuerdos te ayudarán para que tu luz surja y venzas. Venga tómatelo – le animó Riku.

Sora se tomo la poción rápidamente. Se abrazó a Kairi y éste le dijo para animarle:

– Sora, recuerda nuestra promesa, cuando termines tu viaje me devuelves mi amuleto, ¿vale?-.

De repente Sora se quedó inmóvil. En una vidriera, en la que aparecían reflejados él y sus amigos, ve una luz en el centro, se acerca y escucha una voz:

–  Cuanto más te acerques a la luz mayor será tu sombra…-.

Y de su sombra apareció su lado oscuro. De repente empezó a recordar sus mejores recuerdos. Echó mano del amuleto de Kairi, lo cogió y lo miró. Empezó a brillar con una luz tan cálida, tan brillante era su luz pero tenía que vencer a su lado oscuro. Le lanzó el amuleto y le atravesó. El sin corazón gigante se desvaneció en el aire. Mientras cogía el amuleto Sora escuchaba a Riku y a Kairi despertándole. Estaba abrazado a Kairi y despertó. Sora brilló con una luz potente y se salvó. La cerradura de la puerta estaba abierta pero para que no se desatara la oscuridad cerró la puerta con la llave espada. Cuando cerró la puerta cayó de la cerradura una carta.

                                                                                                                   CONTINUARÁ…

                                                                             Adrián Martínez Romera 1º de ESO D

El club de los miedosos

Hace tiempo en un pueblo humilde en las afueras de Alemania había tres chicos que formaron un club. Lo llamaron “el club de los tres” pero todo el mundo los llamaba “el club de los miedosos” porque siempre se metían con ellos, siempre les robaban, les pegaban y ellos no hacían nada para defenderse.

 Hasta que un día pasó una cosa que quedó grabada en sus mentes para toda su vida. Fueron los tres de excursión. Entraron en una cueva, cuando llevaban muy poco avanzado encontraron un cadáver. Uno de ellos gritó, gritó tanto que se desprendieron rocas en la salida. Quedaron atrapados. Dos de los chicos fueron corriendo a la salida, empujaron con todas sus fuerzas a las rocas y mientras seguían intentando quitar las rocas el que no fue corriendo a la salida les dijo:

– No lo intentéis más, estáis gastando energía y os va a hacer falta para seguir.

– Es verdad – dijo

 Entonces fueron todos a donde estaba el cadáver y miraron la cartera para ver si tenía su carnet de identidad y así poder saber quien era, pero no encontraron nada y se dieron cuenta de que le habían disparado. Todos pensaron lo mismo y siguieron hacia delante. Las piernas les temblaban, no podían ni sostenerse de pie del miedo que tenían. Vieron a unas personas con armas que eran de la mafia pero ellos no lo sabían y les preguntaron si había otra salida.

 Entonces los mafiosos desconcertados ante la visita de los chicos sacaron las armas asustados y dispararon. Todos    menos uno de los chicos pudieron agacharse y esconderse. Al pobre chico le    dieron en el estómago y sin piedad ninguna se lo llevaron a una parte de la    cueva y lo descuartizaron para no dejar indicios de asesinato. Cuando los    mafiosos volvieron a su escondite los otros dos niños cogieron sus armas y    les  dispararon a las piernas para que no pudieran escapar. Encontraron otra    salida, llamaron a la policía para que fuese a arrestar a los mafiosos.  Cuando    llegaron de nuevo los dos chicos a su pueblo ya nadie les robaba ni les    pegaba  ni se metían con ellos dos. Dejaron de llamarles “el club de los miedosos”.

                                                                                                                     F I N

                                                                                                                                                                ENRIQUE GARCÍA VIEDMA    1º ESO B